Por qué estoy a favor de la nueva Ley Vasca de Turismo

Tarro con monedas etiquetado como impuestos.

El registro de viviendas para uso turístico conlleva el correspondiente abono de impuestos.

Tras responder a un comentario que me han dejado en el apartado Quién soy… me he puesto a leer mi propia presentación del blog y… ops.. me temo que debo matizar alguna cosilla.

Se ve que cuando la redacté, seguramente embriagada de ilusión y optimismo ante el nuevo reto de crear este blog, me describí como «una persona que tiene un piso en alquiler vacacional funcionando muy bien». Y es ese «funcionando muy bien» lo que ahora me chirría un poco.

Bueno, sí, la agencia que nos lo gestiona asegura que es de los que más demanda tienen y que no podemos quejarnos, pero el caso es que el primer semestre del año no ha ido en absoluto como en años anteriores, y tenemos muy claro que se ha debido a la irrupción en el mercado de multitud de apartamentos equivalentes, pero gestionados directamente por sus propietarios (y por tanto, sin gastos de agencia) y que en la mayoría de los casos no han sido declarados a Hacienda, de modo que el 100% de los ingresos derivados del alquiler a turistas ha quedado en manos de sus propietarios. Asier Pereda, de The Rentals Collection, afirmaba en declaraciones a ETB que la caída de reservas en el primer trimestre había sido del 19%

En estas condiciones, es fácil comprender que esos propietarios se puedan permitir ofrecer su vivienda a un precio inferior al que ponemos el resto, los que debemos descontar los mencionados gastos añadidos, y por tanto, nos resulte mucho más complicado competir.

Quiero aclarar que no pretendo criminalizar a esos propietarios que no han declarado a Hacienda su actividad, porque de hecho, según he entendido siempre, no tenían por qué hacerlo, o al menos, no estaba claro que tuvieran que hacerlo, dado que no había una ley que contemplara esa actividad tan concreta como es el alquiler de la vivienda propia (o de una o más habitaciones de la misma) para uso vacacional.

Por eso celebro que por fin en Euskadi haya entrado en vigor la nueva Ley Vasca de Turismo, que sí contempla esa actividad, y según la cual, todos los que alquilemos viviendas, pisos, apartamentos u otro tipo de inmuebles para uso turístico tendremos que cumplir con nuestras obligaciones fiscales, entre otras.

Sin embargo, también es verdad que donde hay una norma, hay sanciones por incumplimiento de la misma, y ahí es donde tengo el «corazón partío», porque tampoco deseo en absoluto que se produzcan dramas familiares y/o personales derivados de sanciones que podrían alcanzar cifras desorbitadas, como consecuencia del incumplimiento de alguno de los puntos de la ley.

En otro post daré cuenta de las sanciones que contempla la nueva normativa. Y también quiero estudiar qué impuestos recaerán sobre las viviendas de uso vacacional para compararlos con los que ya pagamos los propietarios de apartamentos turísticos declarados. En cuanto lo tenga todo claro – y me temo que no va a ser fácil – os lo cuento en un post.

Hasta pronto!